Seguidores

lunes, 24 de marzo de 2014

Podría escribirte mil letras
que ni llegarías a oír.

Podría apreciar lo poco que me queda
de ti.

Podría hacer como Neruda,
y escribirte los versos más tristes esta noche…
de abril.

Podría amarte sin condición,
e intentar violentamente volver al pasado y tenerte aquí.

Pero no puedo,
pues sólo soy otro corazón roto más.

Me vale escribirte mil letras,
guardármelas y recordar lo que te llegué a amar.

Y me vale con disfrutar de esos besos
que dejé contigo a medias.

Y llorarte siempre que hicieses falta,
y recordar tu mirada en la oscuridad.

Y cariño, digo fuimos porque tú le pusiste punto y final.

Y ahora, pedir perdón por estos versos,
por convertirte en metáfora y releerte como a un compás;
Porque no soy de esos poetas que escriben por su distraer,
soy de esos que atrapados en un octubre, te escriben en primavera.

Ya nada me queda sin ti.

Sólo te pido que me recuerdes en cada atardecer,
que bailes, fumes y grites a la luna,
sin rencor, y, ojalá, con mi figura ahí.

Y por si fuera poco,
te doy las gracias por hacer olvidar
las cicatrices marcadas en mi piel.

Te pido, una vez más,
que recuerdes que soy la única que te amará de verdad.

Si me preguntan les diré que fue la droga por no decirles que fuiste tú.

Y  juro, como lo hizo Neruda,
que éste será el último dolor que me causas,

y esta desesperación, no irá a más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario